“Promover una cultura preventiva no es solo formar, es escuchar y adaptar”
En este número del boletín hemos querido acercarnos a un área que, aunque muchas veces actúa entre bambalinas, resulta fundamental para garantizar el bienestar de toda la plantilla: el área de Prevención de Riesgos Laborales, dependiente de la Dirección de RR.HH. Formaciones, reconocimientos médicos, campañas de sensibilización, consejos prácticos… son algunas de las acciones que se coordinan desde este departamento con un objetivo claro: cuidar la salud y seguridad de quienes formamos parte de NICDO. Para conocer un poco más de cerca cómo se trabaja desde este ámbito hemos hablado con Joaquín Saro, técnico de PRL en la empresa desde el año 2021.
¿Cómo describirías el papel que desempeña el área de Prevención de Riesgos Laborales en el día a día de NICDO?
El área de Prevención de Riesgos Laborales (PRL) tiene como principal objetivo garantizar la seguridad y salud del personal en su entorno de trabajo, tal como establece la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Para ello, promovemos una cultura preventiva que abarca desde la evaluación de riesgos hasta la implantación de medidas concretas. En nuestro día a día, esto se traduce en la elaboración de evaluaciones de riesgos de los centros, puestos y equipos de trabajo, el desarrollo de planes de prevención e instrucciones técnicas, y la planificación anual de la actividad preventiva, en la que se detallan plazos, responsables, presupuestos y acciones a implementar. También gestionamos la Coordinación de Actividades Empresariales (CAE) con empresas externas, elaboramos planes de acogida para el nuevo personal, informamos y formamos en PRL, y realizamos el seguimiento y actualización de evaluaciones, procedimientos de seguridad, planes de emergencia y protocolos ante incidentes.
¿Qué medidas se impulsan desde este área para consolidar una cultura preventiva y fomentar entornos laborales más seguros y saludables?
Nuestro objetivo es que la prevención no se perciba como una obligación externa, sino como parte natural del día a día en NICDO. Promovemos una cultura preventiva que va más allá del cumplimiento legal: queremos que todas las personas interioricen que la seguridad y la salud —en sus dimensiones física, mental y social— son esenciales para su bienestar. Promover esa cultura no es solo formar, es escuchar y adaptar, entendiendo las necesidades reales del personal y los retos de cada centro.
Impulsamos campañas informativas, formación continua, observaciones preventivas (OPS) y mantenemos un contacto directo con los equipos, animando a compartir ideas y detectar riesgos desde la propia experiencia. También trabajamos de forma muy activa en la Coordinación de Actividades Empresariales (CAE), asegurándonos de que quienes acceden a nuestras instalaciones lo hagan con toda la información sobre riesgos y medidas preventivas. Y no nos limitamos al intercambio documental: fomentamos una vigilancia operativa real para garantizar el cumplimiento. Además, supervisamos que todos los equipos de seguridad estén homologados, registrados y revisados según normativa.
NICDO gestiona espacios muy diversos. ¿Cómo se adapta el Plan de prevención a esa realidad?
Cada centro tiene sus peculiaridades: no es lo mismo un recinto deportivo que una sala de conciertos o un palacio de congresos. Aun así, muchos aspectos preventivos son comunes, como la gestión de la CAE o el control de subcontratas. En los centros más alejados o específicos, delegamos parte de la gestión en el personal responsable del recinto, que cuenta con formación en PRL. Para facilitar la coordinación, utilizamos herramientas digitales que permiten un control eficaz tanto de la documentación interna como de la de empresas colaboradoras. Esto nos permite mantener el seguimiento en tiempo real, aunque en muchas
ocasiones sigue siendo necesaria la presencia física.
Junto a otras empresas públicas se trabaja en el Plan de Empresa Saludable y Sostenible. ¿Qué supone este proyecto?
Actualmente estamos trabajando en una fase inicial del Plan de Bienestar y Salud, junto a otras empresas públicas del grupo. Este proyecto sigue el modelo de Empresa Saludable de la OMS, basado en la mejora continua (ciclo PDCA: Planificar, Hacer, Verificar, Actuar), y se articula en cuatro ejes: Ambiente físico en el trabajo; Entorno psicosocial; Recursos personales de salud; y Participación de la empresa en la comunidad. La implantación será progresiva, con objetivos, acciones e indicadores comunes que cada empresa adaptará a su realidad. La idea es avanzar hacia un entorno laboral que cuide el bienestar global de las personas, más allá de la prevención estricta de riesgos apostando por un enfoque integral del bienestar en el trabajo.
¿Participas en algún grupo corporativo en materia de salud y seguridad laboral?
Sí, formo parte del grupo de trabajo en Seguridad y Salud Laboral (SST) de la Corporación Pública Empresarial de Navarra (CPEN). Nos reunimos mensualmente con responsables de PRL de otras empresas públicas para intercambiar experiencias, detectar problemas comunes y compartir soluciones. Este espacio es muy valioso porque muchas veces los retos que tenemos en NICDO ya los ha vivido otra entidad, o viceversa. Además, nos permite avanzar de forma más coordinada y aprender mutuamente.
¿Qué tipo de consultas os llegan tras las ‘píldoras’ informativas mensuales sobre salud laboral?
Por ahora no hemos recibido muchas consultas. Creemos que podría ser interesante complementar estas píldoras informativas con encuentros breves, por ejemplo, a primera hora y en pequeños grupos, para abrir el diálogo. A veces, el simple hecho de comentar un tema en voz alta ayuda a que surjan ideas o preocupaciones que no llegarían por otros canales.
¿Por qué es importante acudir al reconocimiento médico anual? ¿Y qué consejos darías para mejorar el bienestar laboral?
El reconocimiento médico permite verificar si una persona está apta para su puesto de trabajo, teniendo en cuenta los riesgos asociados. En caso de detectar alguna limitación, se pueden adoptar medidas como adaptar el puesto o modificar ciertas tareas. Además, sirve para obtener una visión general del estado de salud de la plantilla. En el último informe, los datos de NICDO reflejan una buena salud general, sin desviaciones importantes respecto a poblaciones similares. Aun así, sí se identifican algunos retos comunes como el sedentarismo o hábitos dietéticos mejorables. Por eso animamos a mantener un estilo de vida activo y saludable, con buena alimentación y ejercicio regular. Son pequeños cambios que, a medio plazo, tienen un gran impacto en la salud y en el bienestar laboral.